La Mesa de Luz: Aprendizaje a Través de los Sentidos

El porqué de su encanto

Desde hace tiempo la mesa de luz se ha ganado un puesto de honor indiscutible entre las estrategias metodológicas de aprendizaje actuales. Este producto consigue integrar diferentes propuestas terapéuticas o educativas en un único elemento que atrae la atención de cualquiera.

Tan solo encontrar un rincón apropiado, oscurecer un poco la zona y poner algún objeto encima parece cosa de magia: su luz ilumina de forma espectacular cualquier material, los detalles se ven mucho más nítidos, los colores más vivos y las sombras proyectadas crean un entorno de aprendizaje maravilloso.

Las mesas de luz, así como otros muchos materiales sensoriales destinados al aprendizaje holístico en educación infantil están inspiradas en el enfoque Reggio Emilia. Su fundador, Loris Malaguzzi promovía la educación de niños y niñas mediante ambientes agradables, artísticos, llenos de relaciones, vivencias y experiencias enriquecedoras para los sentidos, que guiaran su potencial innato en la construcción de su propio aprendizaje de forma natural.

Su poema «Los 100 lenguajes del niño» nos propone diversas maneras de procesar y expresar nuestros pensamientos a través de colores, sonidos, ritmos y movimientos.

«Los niños tienen cien maneras de expresarse, pero les robamos noventa y nueve, corresponde a nosotros facilitar la comunicación entre los niños y el mundo» (Loris Malaguzzi).

Puedes consultar un artículo sobre las escuelas Reggio Emilia y los 100 lenguajes del niño de Loris Malaguzzi en este enlace.

 

¿Cómo utilizarla?

A través de luces y sombras, las mesas de luz ofrecen un ambiente rico que favorece situaciones de aprendizaje y desarrollo a través de la experimentación con diferentes materiales. Las miles de posibilidades que ofrece, hacen de esta herramienta un increíble recurso sensorial, terapéutico y educativo que mejora la calidad del entorno creando una atmósfera de calma, atención y conexión plena con la tarea para el descubrimiento, la manipulación y la experimentación con materiales translúcidos o elementos naturales.

A continuación te proponemos algunas ideas:

1.Observación y descubrimiento visual

Podemos jugar con el contraste de luces y sombras, cubrir la mesa con fieltro negro en el que hemos recortado siluetas para crear una escena de cuento o superponer papeles de celofán o seda para redescubrir su brillo y mezclar la gama de colores.

Los materiales translúcidos como las paletas de colores individuales, las paletas mezcladas, los discos magnéticos y los Bloques de Contracción Silishapes son grandes aliados para el aprendizaje visual en la mesa de luz.

Puedes descubrirlos en el Pack mesa de luz con accesorios.

 

2. Psicomotricidad fina y estimulación táctil

Sobre una mesa, el aprendizaje manipulativo es un clásico. Si además contamos con el factor luminoso, la creación de composiciones con plastilina magnética inteligente o con los bloques de silicona es una experiencia única. Utilizando la arena kinética sobre la superficie de luz encontrarás un recurso genial para trabajar la conciencia táctil, la integración bilateral, el trazado de letras y el juego simbólico.

¡Echa un vistazo a nuestros materiales de psicomotricidad fina!

Con un cajón de exploración transparente sobre la mesa de luz, podrás descubrir los maravillosos efectos visuales del agua, introduciendo dentro del recipiente espejos, temperas líquidas o incluso perlas de gelatina de colores para potenciar la experiencia táctil.

 


3. Conceptos básicos y aprendizaje académico

Los elementos naturales de nuestro entorno también son una gran fuente de información en la mesa de luz, puesto que las siluetas son mucho más marcadas. Podemos descubrir los detalles de las hojas, ramas, pétalos, conchas y piedras, utilizar papel film transparente como base y dibujar su contorno con pinceles, crear diseños artísticos, secuencias y mandalas.

En este ambiente de calma y concentración es fácil encontrar actividades atractivas y motivadoras que combinen la estimulación sensorial con el aprendizaje de conceptos matemáticos, la observación científica, las relaciones espaciales y el concepto de tiempo.


4. Estimulación de la comunicación, la expresión y el lenguaje

Podemos incorporar el alfabeto y los números trazados de silicona de colores para diseñar actividades divertidas y visuales de iniciación a la lectura, superponer láminas de personajes para inventar historias o contemplar emociones faciales en láminas transparentes. También es una idea genial cubrir la mesa con film plástico y utilizar pintura de dedos o temperas para dibujar, escribir o expresarnos de forma artística.

 

 

Presentar materiales y elementos en perspectivas diferentes promueve la creación de nuevas situaciones de aprendizaje, utilizando todos los medios de expresión que podamos imaginar.

“Esta idea fue incluida en el artículo “11 exploraciones y experimentos llenos de color para niños y niñas” publicado por la editorial educativa Twinkl en su blog educativo en español”.

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